lunes, 26 de abril de 2010

El pobre lama Osel

Daniella Wagner
Un día decidieron que él era la
encarnación del lama Yeshe, uno de los principales introductores del budismo en Occidente.

Y así al niñito granadino, en el sur de España, le sacaron de su familia, a los seis años, y le ingresaron en el monasterio de Sera, en India, donde pasó a vivir junto a 5.000 monjes varones.

Durante el tiempo que recibió una rígida educación, el pequeño Osel, siempre que podía, manifestaba su aburrimiento por la pérdida de la infancia. “No me gusta estudiar. Me gusta jugar”, dijo en una de sus entrevistas.



Hasta que a los 18 años, Osel decidió tomar las riendas de su vida. Abandonó el monasterio y se fue a vivir a Occidente. Después de estudiar cine en Canadá, Osel se trasladó a Madrid. Tiene ahora una pareja, una novedad puesto que en monasterio las mujeres le estaban vedadas.

Así que la lección que Osel nos enseña es que nunca es demasiado tarde para buscar la felicidad ni para recomenzar.

Hay que lamentar la tontería o la vanidad de sus padres que permitieron que les sacaran de su hogar a su hijo, privándole de una familia de verdad, que es lo que un niño necesita para su desarrollo psicológico.

Al revés, le proporcionaron una vida infantil artificial, o lo que es peor, una vida llena de responsabilidades adultas para las cuales ningún niño está preparado, ni siquiera una reencarnación de lama.

Puede que el joven Osel sea la autoridad espiritual que el Occidente necesita en este momento.

Puede que Osel descubra, a final de la jornada que acaba de empezar, que debe volver al monasterio.

Será una decisión suya, resultado de sus propias elecciones. Siendo así, Osel tendrá la oportunidad de hacer verdaderamente un buen trabajo porque habrá tomado el control de su destino en sus propias manos.

3 comentarios:

  1. Los occidentales no comprenden la vida monástica ni el camino de un budista porque todo lo ven con las lentes del ego. La elección de sus padre no fue mala sino generosa porque el camino más elevado es la renuncia a todo tipo de apego, incluso en familiar; renunciar a todo para obtenerlo todo (la conciencia). No conozco a este chico pero que sea una gran reencarnación no significa que haya eliminado el ego en su totalidad, porque hay maestros y maestros y el camino es muy largo. Por cierto, sí que tienen pareja ciertos monjes budistas, solo que no lo van divulgando por ahí, porque solo la tienen cuando el iniciado está preparado para un trabajo más profundo, que se realiza en pareja. En fin, esto ya son conocimientos para personas preparadas.

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