jueves, 28 de octubre de 2010

Pasodoble: de marcha militar a ritmo festivo

Daniella Wagner

Para muchos el pasodoble es el ritmo más genuino y representativo de la música española. Es un baile de aire alegre y vivaz que refleja el garbo español y cuya sonoridad se distingue en todas partes del mundo.

Su música es una evolución, a partir de una marcha militar hacia un ritmo más festivo y popular en el que se utilizan instrumentos de percusión tan originales y característicos como las castañuelas.

Se toca indistintamente para desfiles militares y espectáculos taurinos. Dicen que procede de la tonadilla escénica, que era una composición corta y ligera que desde mediados del siglo XVIII era usada como intermedio musical entre los actos de las comedias.

En la década de los 20 del siglo pasado se popularizó como baile y muchos de ellos tenían letra. Forma parte fundamental del repertorio de las bandas de música españolas y son muy típicos los pasodobles toreros, dedicados a prominentes figuras taurinas.

Inspirado en los movimientos del torero en la lidia, el paso tiene cuatro tiempos y consiste en un movimiento de avance y tres en el sitio, con ligero vaivén de caderas de la mujer.

La pareja hace giros abundantes con bastantes desplazamientos por la pista. Los distintos pasos y movimientos escenifican la lidia en la plaza de toros, con el hombre haciendo la parte del torero mientras la mujer representa los movimientos del capote.



Además hay diversos tipos de pasodoble: el torero es, sin duda, el pasodoble más característico de España. Debe reunir tres condiciones indispensables: ha de ser popular, de modalidad aflamencada; tener cierta melodía valiente; y además, una gallardía que lleve dentro todo el espíritu festivo de la cultura española.

Entre los más conocidos figuran Suspiros de España, auténtica obra maestra; España cañí, Pan y toros, Gallito y Plaza de las Ventas.

En definitiva, el pasodoble es ingrediente indispensable, aliado del torero en las grandes faenas o cuando pasea los trofeos en la vuelta al ruedo. Casi todos los toreros de fama tienen algún pasodoble escrito expresamente en su homenaje: los pasodobles Manolete, Marcial, Domingo Ortega, Aguero y otros comparten su calidad con la fama del torero a quien fue dedicado.

Otros tipos de pasodoble son:

Militares: Soldadito español, El AbanicoLas CorsariasLos Voluntarios.

Populares: Islas Canarias, En er Mundo, Brisas de Málaga, Valencia.

Banda: Paquito el Chocolatero, Fiesta en Benidorm, Educandos de Benejúzar, Pepe Antón.

Para profundizar en la historia del pasodoble español, puedes visitar el sitio Rincón del Pasodoble, según su autor, el músico Eugenio Gomez García, “un punto de encuentro para los amantes de este género musical”. Si quieres oír algunos de estos y otros pasodobles, dirígete al sitio Ganaderos de Lidia Unidos, de la Asociación Europea de Ganaderos de Toro de Lidia. Leer más...

martes, 19 de octubre de 2010

David y yo

Carolina Vital

Conocí a David a través de Elena Garro, mientras leía sus memorias de la Guerra Civil de España. En el libro ella expone una visión muy personal de este hecho histórico, habla del miedo, del hambre, de la amistad, y entre otras cosas, de los ojos verdes del pintor mexicano David Siqueiros.

A causa de la descripción me puse a imaginarlos. Para mi debían de ser como luces que se encendian y apagaban mientras las ideas se sobreponían en su cabeza, parecían muy vivos, astutos, bellos, en fin, yo los imaginaba... y del libro de Garro lo que quedó marcado en mi han sido las ganas de mirar los ojos de este loco e intenso personaje.

Meses después la suerte me extendió la mano, me llevó hacia Quito y a una festividad que celebraba la Revolución mexicana. ¡Mirad mi suerte, David se apuntó a la misma fiesta! Leí su nombre en la lista de los artistas. Él estaría en la exposición que sería inaugurada a continuación de las solemnidades. Me puse ansiosa por verlo y, al cruzar la puerta de la sala de exposiciones sentí su mirada, vi sus ojos verdes gigantes, fuertes, expresivos. No me podía creer en lo que veía, un autorretrato de David Siqueiros, justo un “close” de sus ojos y nariz.

Ni Guayasamín tan cerquita, tampoco Kingman, nadie consiguió sacarme de aquel momento de colores y densas texturas. Y así fue que David y yo nos encontramos, mirándonos a los ojos, como a mi me encanta.
Leer más...

jueves, 14 de octubre de 2010

Tecnología y fe en el rescate de los chilenos

Daniella Wagner

Cuando leí por primera vez sobre la tragedia de los 33 chilenos atrapados en la mina San José, en el desierto de Atacama, en Chile, sentí una agonía inmensa.

Me angustió la idea de una prisión a 700 metros de profundidad, un confinamiento sin luz de sol, una especie de tumba para 33 hombres vivos, más aún ante la perspectiva de rescate hasta antes de las fiestas de Navidad. Eso, en inicio de agosto, significaba cuatro largos meses.

Me parecía increíble que ellos pudieran soportar tanto tiempo en tan adversas condiciones así como me imaginaba la ansiedad de sus familias. Las primeras noticias mostraban las iniciativas del gobierno chileno para el rescate de sus ciudadanos.

La operación montada incluía toda asistencia médica, psicológica, nutricional, además del envío de oxígeno, alimentos, materiales de higiene, cartas de familiares a través de un tubo, una especie de cordón umbilical, que alimentaba de esperanza a los 33 hombres en las entrañas de la tierra.




Mientras los técnicos se empeñaban en conseguir la mejor manera de alcanzar a los mineros, incluso utilizando tecnología y consultoría de la Nasa, miles de familiares acudían al lugar, formando un inmenso campamento, donde lo que destacaba era la fe y la confianza de que todo iba a acabar bien.

El tiempo pasó, y después de las primeras semanas, las noticias desaparecieron de los periódicos hasta porque todavía estaba lejos la Navidad.

Hace poco fuimos sorprendidos con la noticia de que la operación se había adelantado y pronto la cápsula Fénix estaría bajando para traer nuevamente a la luz los 33 mineros. Así que en los últimos minutos del día 12 pasado la Fénix empezó un interminable ir y venir hasta que, en menos de 24 horas, todos estaban de vuelta a la vida.

En los últimos días, el mundo volvió la atención para Chile. Impresionó la manera profesional y humana cómo el gobierno chileno condujo la operación de rescate, así como el apoyo a los mineros y sus familiares y, principalmente, el cuidado con las condiciones de salud de cada uno de ellos, obligados a un ritual de asistencia médica y hospitalaria antes de que fueran expuestos a la curiosidad de los medios de comunicación.

La historia, que emocionó profundamente, demostró, según el presidente Sebastian Piñera, en unas declaraciones suyas al final de la exitosa operación, “lo mejor de Chile: la unidad, el compañerismo, la solidaridad, el trabajo en equipo”.

Solidaridad y compañerismo que hicieron a los 33 mineros sobrevivir los primeros 17 días con una ración diaria de una cucharada de atún, medio vaso de agua y medio vaso de leche.

Los 33 héroes de Chile presentaron al mundo un vivo ejemplo de resiliencia, término usado por la psicología para describir la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.

La experiencia de los mineros chilenos, que empezó como una posible tragedia, terminó con 33 finales felices, resultado de una mezcla de alta tecnología y una fe inquebrantable, que no los dejó desanimarse nunca. Una lección y una inspiración para el mundo actual.

Pincha aquí para leer detalles de la operación de rescate.

*

La tragedia en Chile nos recuerda otros desastres en minas.

Aunque comemore el éxito del rescate chileno, el obispo de Saltillo, D. Raúl Vera, lamenta el final diverso que ha tenido el accidente en la mina Pasta de Conchos, Coahuila, en febrero de 2006, cuando 65 mineros mexicanos perdieron su vida.

“Mientras en Chile se invirtió lo necesario para sacar a trabajadores que estaban a 700 metros de profundidad, en México no se hizo lo suficiente por rescatar a trabajadores que estaban a 150 metros”, dijo en una valiente entrevista a la emissora MVS. Leer más...

viernes, 8 de octubre de 2010

Vargas Llosa dedica Nobel a los hispano hablantes

Fernanda Godoy

"Yo trato de promover el español escribiendo lo mejor que puedo. Hago lo que puedo, hago lo posible", dijo el escritor Mario Vargas Llosa, demostrando su buenísimo humor, tras el anuncio de que había ganado el Nobel de Literatura, en una rueda de prensa en el Instituto Cervantes de Nueva York.

Nacido en Arequipa, Perú, Vargas Llosa tiene la nacionalidad española desde el año 1993, y es miembro del Consejo del Instituto Cervantes.

Al agradecerle a la Academia Sueca el galardón, dijo que el premio se dirigía también a todos los 500 millones de hispano hablantes, a la gente que tiene en común "una de las lenguas más modernas y creativas del mundo moderno", de acuerdo con sus palabras.

Escritor destaca el papel de Instituto Cervantes

"El Instituto Cervantes ha sido una gran propuesta para la promoción del español, sobretodo porque desde el principio ha tenido la inteligencia de incorporar todas las manifestaciones de la lengua. El hecho de que el Instituto Cervantes enseñe no solo el español castizo, sino el español peruano, el español mexicano, el español argentino, el español con todas esas riquísimas variantes que le da el hecho de abarcar una cantidad de países tan grande, creo que está muy bien representado en la política del Instituto Cervantes" , dijo Vargas Llosa.

El escritor se encuentra en Nueva York para una temporada como profesor en la Universidad Princeton, en el estado vecino de Nueva Jersey.

No solamente eligió el Instituto Cervantes para su primera aparición como Nobel, sino que contestó a casi todas las preguntas en castellano, aunque su inglés y su francés son perfectos.

"Yo creo que el premio también es
un reconocimiento a la lengua española
como un vehículo de cultura,
de creación artística y literaria"



A respecto del significado del premio para la comunidad hispana en Estados Unidos, dijo:

"A mí me gustaría que los hispánicos de Estados Unidos fueran aceptados y fueran reconocidos por lo que son: gente que ha contribuido al progreso, a la prosperidad de este país. Al mismo tiempo, les diría que deben sentirse orgullosos de la cultura que traen consigo: una cultura rica, diversa, una cultura que nos asocia a una tradición donde hay gente maravillosa, como Cervantes, como Góngora, como Quevedo, como Borges, como Octavio Paz, como García Márquez, un abanico de escritores que han enriquecido extraordiariamente la imaginación, la fantasía de nuestro tiempo", añadió.

Y concluyó el novelista.: "El mundo en que vivimos es uno en el que cada vez más se van a interconectar y coexistir las culturas, que está representado en Estados Unidos por esa Comunidad."

A los periodistas peruanos que se sentieron celosos por sus agradecimientos a España, a su primer editor en aquel país, Carlos Barral, - que enfrentó a la censura de la dictadura franquista para publicar su primera novela, La ciudad y los perros -, y al apoyo de los españoles en general, Vargas Llosa volvió a reaccionar con sentido del humor:

"Pero si el Perú soy yo! Aunque a algunos peruanos eso no les guste, yo soy el Perú. Soy peruano, todo lo que hago, lo que expreso, está relacionado a las experiencias fundamentales que marcan a un ser humano, las de la infancia y de la juventud", dijo.


Puedes conocer la relación de las obras de Mario Vargas Llosa en el sitio de la Biblioteca Nacional de España.

El Instituto Cervantes de Río de Janeiro dispone de diversas obras del ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, en su biblioteca. Leer más...