Por Sarah B. Guimarães Marques
El
día 22 de octubre de 2015 estuve en el Instituto Cervantes de Río de Janeiro en la presentación del escritor peruano Santiago
Roncagliolo, que habló sobre el tema “Locuras y Sandeces” en un inteligentísimo
diálogo con el libro de Cervantes.
Para describir en pocas palabras aquel acto, solo decir que Roncagliolo expuso la relación de las aventuras de Don Quijote con el periodo histórico de España en el siglo XVI,
y explicó cómo Miguel de Cervantes utilizó el humor y la locura de su personaje
principal para hablar de la situación crítica en que se encontraba su país.
Para
mí fue muy interesante escuchar su charla sobre el tema, primero porque me
encanta conocer y escuchar a personas de otros países. Además, fue un encuentro
cultural en que pude aprender sobre historia, literatura y filosofía de modo
leve y totalmente comprensible. Por eso agradezco todas las oportunidades que
el Instituto Cervantes proporciona a los estudiantes, porque creo que más que
una escuela de lengua, el Instituto es un lugar de encuentros y
transformaciones personales.
Esa
fue mi principal inspiración para elegir un libro para ese semestre, y además,
quería de una vez por todas conocer a uno de los autores más prestigiosos de la
historia. Esto queda demostrado si pensamos que más de cuatrocientos años
después de que su principal obra se publicara aun es reconocido como un genio
de todos los tiempos.
Biblioteca Instituto Cervantes RJ |
Confieso
que la lectura fue muy fácil, leí el libro en pocas horas. Es cierto que no fue
porque las palabras fueran sencillas, sino porque el libro es muy interesante y
no quería dejar de leerlo hasta terminar de conocer todas las aventuras de Don
Quijote. Para mí fue muy interesante reflexionar sobre cómo sentí que las vidas
de los personajes de la novela no eran tan distantes de la mía. Aunque Miguel
de Cervantes describe la realidad del siglo XVI, los chistes, las
conversaciones, la ironía, los problemas, las peleas, son en realidad muy próximos
a nuestra manera de pensar y de actuar.
Es
la primera vez que leo un libro tan antiguo. No sé si fue por la adaptación,
pero fue increíble cómo, a lo largo de la lectura, conseguía imaginar todo lo
que estaba descrito y comprender todas las situaciones. Así pude percatarme
de que algunas características de la humanidad no son tan distintas como pensamos. Con el pasar de las décadas y siglos sentimos principalmente los
cambios tecnológicos y culturales, es cierto, pero otros aspectos muy notables,
como son los sentimientos, incluso la locura, resultan increíblemente
similares. Sé que las cosas han cambiado mucho, pero hay algo humano que Miguel de Cervantes consiguió transmitir perfectamente, quizás sea el tono crítico y
cómico de su obra. Por eso creo que ese libro es tan especial y tan actual.
Pienso,
después de lo que leí, que Miguel de Cervantes fue un escritor muy auténtico y
original cuando se dirigió al encuentro de la literatura de caballerías, tan hegemónica e influyente en aquellos tiempos, dándole otros
matices. Burlándose desde el inicio al elegir un personaje viejo, pobre e
insano para ser un caballero andante, el autor se propuso divertir o hacer reír
al paso que hacía duras críticas sociales. Con el humor es posible enfrentar
una situación inesperada o extraña, deformando la realidad, mostrando como
cierto algo que no lo es.
Algunos estudiosos de la literatura dijeron
que Cervantes quería burlarse del género de caballerías porque era algo
“pasado” que no tenía sentido ya en su tiempo. Sin embargo, el escritor peruano
nos ha traído otra visión, que tiene en cuenta la situación política y económica
fallida de España en aquel período. Según nos contó Roncagliolo, el papel de Don Quijote, en su genial locura, es decir las verdades de una forma en que
aparentemente nadie lo toma en serio, es decir, que funciona como estrategia para
decir suavemente, en forma cómica, algo muy serio al lector. En otras palabras,
aunque uno diga algo muy importante, crítico, preocupante o negativo, cuando se
está en el papel de un loco, la gente no se ofende. Por eso el loco puede decir
lo que quiere y lo que piensa, y dejarlo en el ambiente, en la conversación o
en la historia.
Después de leer el libro empecé a
buscar en Internet más información y encontré algunas entrevistas realizadas a
profesores de literatura que hablaban sobre el libro y sobre Cervantes. De
hecho, descubrí que no hay muchos datos sobre la vida del autor, solo que tuvo
muchos problemas financieros y familiares. También que fue a la guerra y que
por eso tenía la mano derecha limitada a pocos movimientos. Ni siquiera se sabe
si Miguel de Cervantes había estudiado o no, no hay registro de cartas o
escrituras personales, lo que se tiene de Cervantes son sus libros y los
personajes que creó.
Fue
una buena experiencia, y no exagero cuando digo que fue el mejor libro que yo
he tomado prestado en la biblioteca. En el semestre anterior, leí cuatro libros
antes de desistir y presentar uno que en realidad no era de un autor hispanohablante.
Ahora pediré consejo sobre qué libros
leer. Gracias a la exposición en clase de mi compañero Bruno José Brandão
Guarisco, ya está en mi lista de próximas lecturas en español la obra de
Eduardo Galeano.
Si quieres saber más sobre el acto celebrado en el Instituto Cervantes de Río de Janeiro con el escritor peruano Santiago Roncagliolo, pincha aquí.
¿Quieres leer el libro que comenta Sarah?
Libro: Don Quijote de la Mancha
Autor: Miguel de Cervantes
Editorial/Colección: Edelsa/ Lectura Clásicas Graduadas
Género: Fantasía, novela de aventuras, novela de
caballerías, novela realista y novela
picaresca.
Pues, Sarah, bienvenida al club de los que creemos que este libro es especial, incluso entre los clásicos de la literatura universal. No hay que tenerle miedo. Hiciste bien en escoger una edición adaptada. Solo tiene un problema: al menos en mi caso, después de leerlo (quiero decir de leerlo despacio, con deleite, no como una tarea escolar obligada), no he vuelto a encontrar otro que le haga la más mínima sombra, ni siquiera entre los clásicos de la literatura universal. Para mí es como una Biblia, y siempre que lo abro, aunque sea para leer un fragmento suelto, me ofrece alguna "revelación", me aporta algo nuevo. Gracias por compartir tu experiencia quijotesca. :-)
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