Fabricia Luque
No sé exactamente en qué momento me apasioné perdidamente por los países hispanohablantes de América Latina. Tal vez en la luna de miel en Buenos Aires, mi primera vez en el extranjero, o en los siguientes viajes que sigo haciendo a Argentina desde entonces. Es posible que ese sentimiento haya nacido en una de las casas de Pablo Neruda en Chile o en el mar caribeño que conocí al visitar México. Esa pasión me llevó a una de las decisiones más acertadas de mi vida, aprender español, lo que me posibilita comunicarme mejor cuando viajo.
Me encantaría hacer un viaje como el de Ernesto Guevara en su moto La Poderosa (Diarios de motocicleta), pero la falta de tiempo disponible y otras limitaciones me lo impiden. Aún así, sigo intentando aprovechar cada oportunidad de ausentarme de mi trabajo, las millas de las companías aéreas, los billetes baratos, las oportunidades buscadas en booking.com, para desvelar, poco a poco, este continente fascinante.
Con cinco días libres, elegí celebrar mis cumpleaños con mi marido en Colombia. Pese a que Colombia posee sitios lindos como Cartagena y San Andrés, como tenía en cuenta que debía hacer un viaje barato y sin prisa, opté por conocer solamente Bogotá.
Buscamos los datos básicos para el viajero: la moneda corriente en Colombia es el peso colombiano, con muchos ceros. El cambio para reales es aproximadamente 1000 para 1 (1000 pesos colombianos vallen 1 real más o menos). Bogotá está a 2.600 metros sobre el nível del mar, así que la temperatura media es cerca de 14º C, muy agradable.
La primera duda al planear el viaje fue: ¿sería mejor hospedarnos en la Zona Rosa o en la Candelaria? Mientras que la Zona Rosa es una región moderna, rica y bohemia, en la Candelaria están los museos más importantes (el Museo del Oro y el Museo Botero) y los edificios de estilo colonial español. Al final, elegimos la Candelaria.
Las buenas sorpresas empezaron cuando tomamos un taxi (son muy baratos) y llegamos al hotel. Los funcionários del hotel (Casa Deco Hotel) son muy amables y, pese al buen precio, el hotel es excelente: nos encantaron sus flores naturales, el desayuno riquísimo y su hermosa decoración.
La celebración de mi cumpleaños fue una cena en el romántico restaurante Casa San Isidro, ubicado en el Cerro Monserrate, donde se llega después de tomar un teleférico. La vista desde arriba es muy bonita, y la comida sofisticada y exquisita. Creo que gastaría por lo menos dos veces más en una cena semejante en Río.
Al día siguiente fuimos en busca de mi regalo de cumpleaños, un anillo de esmeraldas; que encontré en la tienda del Museo de la Esmeralda. Como Colombia es una region rica en esmeraldas, los precios de esa piedra son muy buenos. El viajero también tiene derecho a la devolución del IVA.
Conocimos el muy agradable centro histórico de Bogotá, la Catedral, la casa de Nariño (donde vive el Presidente), la Plaza Bolívar, los Museos Botero (con obras muy interesantes de ese conocido pintor nacido en Medellín) y el Museo del Oro (lleno de piezas de oro hechas antes de la llegada de los colonizadores); todos lugares imperdibles. En la zona histórica es notable la buena conservación de los edifícios antiguos en estilo colonial español.
También nos encantaron las buenas comidas de Bogotá. La cocina colombiana es muy rica y saludable. Sustituyen en general la harina por el maíz, como por ejemplo, en las empanadas. Hay muchas frutas típicas, como el lulo (o la naranjilla). Además, frutas como fresas y moras (las que los ingleses llaman berrys) son também frecuentes en las mesas de Bogotá a causa de las bajas temperaturas que propician el cultivo de ese tipo de frutas.
En un restaurante muy sencillo llamado Mama Lupe, cerca del Centro Cultural García Márquez, he comido la mejor costilla de cerdo hasta hoy en mi vida (¡me costó menos de 15 reales!). Saboreamos el café colombiano en tiendas de la red José Valdéz Café, muy similares a las de Starbucks. Para comidas saludables, hay una red con muchas tiendas en Bogotá llamada Crepes&Waffles, en la que son muy recomendables la carta de ensaladas, los crepes dulces y salados y los jugos naturales.
El más conocido restaurante de Bogotá se llama Andrés Carne de Rés. Es uno must go en la ciudad. Fuimos al original, en Chía, y en la sucursal en la Zona Rosa (Andrés D.C.). Se parece un poco a nuestro Rio Scenarium, lleno de color y de objetos nada discretos. Siempre les preguntan a los clientes si celebran algo. Si la respuesta es afirmativa, llaman a una banda, les hacen regalos…, es muy divertido.
Sin duda el barrio más animado de Bogotá es la Zona Rosa, el sitio de moda de la ciudad. Hay tiendas de marca, buenos restaurantes y muchos bares para tomar unas cervezas o unas copas.
La Zona Rosa, el barrio de moda de Bogotá |
En cuanto a la seguridad, es opinión unánime entre los ciudadanos que después del gobierno del Presidente Álvaro Uribe Bogotá es una ciudad mucho más segura. Pudimos observar muchos policías en las calles, especialmente en la Candelaria, que es donde se encuentra la sede de la Administración. Aún así, no es recomendable caminar por la ciudad después de las diez de la noche, por lo menos en la Candelaria. En realidad, respecto al tema, me sentí como en Río.
Lo cierto es que lo que más me gustó de Bogotá fue la alegría y la simpatía de la gente, que sonríe todo el tiempo y sabe recibir bien el viajero. ¡Hasta los funcionarios de la Aduana son simpáticos!
En resumen, Bogotá es un excelente destino para el viajero. Lo pasamos muy bien en nuestro viaje.
Gracias, Fabricia, nunca había pensado, hasta ahora, en Bogotá como un próximo destino turístico. Me has convencido del interés de la ciudad.
ResponderEliminar¡He aprendido mucho con tu texto, muchas gracias!!!
Fabricia,
ResponderEliminarComparto contigo la pasión por Latinoamerica, así que tu relato me alegró el alma: viajé con tu entusiasta descripción.
!Enhorabuena!
Fabricia, leer tu texto ha sido como viajar por Bogotá, pero como los viajes son mejores en vivo pienso disfrutar personalmente Colombia alguno día.¡Ojalá pueda ser muy pronto!
ResponderEliminarBogotá es una ciudad tan diversa como el país entero. Colombia es un lugar con centenares de sitios por conocer y muchas actividades por realizar.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo Fabricia. Conocí a Bogota en 2007...viví allá casi todo el año. Me encantó. Fuíste muy feliz en tu texto. Me hiciste volver en el tiempo y revivir lo bueno que pasé en esta maravillosa ciudad, de gente gentil y feliz. Solo tengo buenos recuerdos de allá...recomiendo a todos una visita a esta encantadora ciudad.
ResponderEliminarun abrazote,
Luiz Ignacio