Daniella Wagner
Por un lado, nos quedamos todos tristes con su partida, puesto que echaremos de menos su intensa presencia, animada y alegre y al mismo tiempo tan dulce y amigable. Y también decidida, característica de las personas enérgicas que hacen muchas cosas e influyen para que otras cosas ocurran.
Por primera vez, un grupo de alumnos quiso seguir estudiando después de terminar el curso regular y ella, con su energía, hizo que fuera posible. A cada nueva solicitud, nos abría el módulo siguiente de C2 (nivel superior) hasta que llegamos a los cursos especiales con la revista electrónica Los Insistentes.
Por otro lado, nos consolamos (y también los profesores y empleados) puesto que São Paulo está muy cerca de Río y Rosa no se fue para tan lejos. Podía ser peor. Sí, porque en el Instituto Cervantes su primer destino fue Bucarest, Rumanía, donde vivió 10 años, después Tetuán, Marruecos, desde donde se trasladó a Brasil. De estos lugares, Rosa ha traído muchas historias pintorescas, casi surreales, que no se cansaba de contarnos y nos divertía mucho oirlas. Ya verán los alumnos paulistas…
No obstante, ella prefiere no destacar qué experiencia ha sido más diferente o interesante y cuál le ha dejado mejores recuerdos: “Todas las ciudades son interesantes. Las diferentes experiencias enriquecen nuestra vida y creo que somos nosotros quienes tenemos que aprender a aprovechar y a valorar lo que cada cultura nos ofrece a fin de llevarnos siempre el mejor recuerdo”.
A causa de su trabajo, forma parte de su vida cambiar de ciudad cada cuatro o cinco años, lo que para ella tiene más ventajas que desventajas, tanto en lo personal como en lo profesional: “Me facilita conocer gente nueva y diferente, interactuar con otras culturas… La mayor desventaja es la distancia, estar lejos de la familia y de aquellos a los que vas dejando en cada país cuando te marchas”, dice.
El alumnado de Río
Los años como Jefe de Estudios en Instituto Cervantes de Río han sido muy significativos, años de muchos cambios y crecimiento personal y profesional, según Rosa, que describe a los alumnos cariocas como muy abiertos, comunicativos y que exigen mucho del profesor: “Desde el primer momento sentí muy cerca al alumnado y fue muy fácil trabajar con él. Me llevo el mejor de los recuerdos”.
Poco antes de partir le preguntamos si había algún lugar en Río que creía que iba a extrañar especialmente. Sencillamente contestó que no sabía, quizá muchos. “Lo cierto es que aún no me he hecho a la idea de que me voy. Echamos de menos cosas cuando ya no las tenemos. Seguro que cuando no tenga cerca el calçadão, el clima, la gente… es cuando me daré cuenta de lo que significaba para mí.”
Rosa y los insistentes en la terraza del Cervantes en Río |
"Sé lo importante que es para todos este blog y todo el cariño que ponéis en su realización, por lo que no quiero despedirme sin agradeceros vuestro esfuerzo y dedicación. Llegué buscando alumnos y encontré amigos, así que no diré adiós, sino ¡hasta siempre!”
¡Hasta siempre!, querida Rosa, en nombre de todos los alumnos de Río. Que sepas que, por todo lo que fuiste para nosotros y lo que hiciste por aquí, tienes un espacio grande en nuestros corazones, te queremos y te admiramos mucho.
¡Y que los paulistas reciban con los brazos abiertos a esta joya preciosa que les estamos enviando!
Desde siempre me dí cuenta de lo que significa Rosa para mí:Profesora, Jefa y Amiga - muy querida. Le puso la bandera al tope como le corresponde en su calidad de profesional y de ser humano.
ResponderEliminarDaniella,
ResponderEliminarTu texto está muy lindo,verdadero y lleno de emoción,
Enhorabuena.
Gracias, Laura. Tú como siempre tan gentil, es un placer compartir estas clases contigo. Tienes razón cuando hablas de las calidades profesional y de ser humano de nuestra querida Rosa. Estoy cierta de que tendrá mucho éxito en São Paulo donde hará muchos amigos como aquí.
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