Luiz Ignacio
La canción tiene el poder de hacerme viajar, sin que salga de una sencilla habitación, basta que cierre los ojos y me deje llevar hasta el pasado o directo al sueño en algún lugar del futuro.
La canción tiene el poder de hacerme sentir el aroma de un perfume, el poder de hacerme recordar con precisión un rostro, una fecha del pasado, de recordar una película, capítulos, páginas, hasta frases de un libro.
La canción tiene el poder de hacerme reír, y de hacerme llorar, ¡uy, sí, y cómo río y cómo lloro! No tengo vergüenza de decíroslo.
Amigos, todo eso fue una forma que encontré para introducir el tema de la canción en mi vida. No puedo vivir sin la canción, y ya. Nada que hacer.
¿Ya intentasteis leer un buen libro con una buena canción de fondo? El libro pasa a tener alma, algo que no se puede describir, solo sentir sus mensajes, sentir sus personajes. Aprovecho la oportunidad para recomendaros una lectura de Carlos Ruiz Zafón, aquí están algunas de sus obras que he leído: Las luces de septiembre, Marina, La sombra del viento. De fondo a la lectura, canciones de Maná (un grupo de Guadalajara, México), creo que es una mezcla perfecta.
Esta mezcla me hizo recuperar las ganas de leer y escribir que había perdido en las clases de literatura, cuando todavía era un niño (¿os acordáis de mi texto pasado, Escribir?)
¿Alguien puede vivir sin música? No lo creo, la canción está dentro de nosotros, vive ahí, en nuestras cabezas, en el alma.
La canción nos hace fuertes, nos hace débiles, hasta vulnerables algunas veces. Pero nos hace vivir con intensidad, ¿verdad? Ya intentasteis bailar con vuestras parejas, mirandoos a los ojos al son de Maná? Este conjunto me encanta en Eres mi religión, No ha parado de llover, En el muelle de San Blas, Cuando los ángeles lloran, y muchas otras canciones.
Es innecesario hablar más de las canciones, lo que tenemos que hacer es escucharlas, y sentirlas. La canción tiene el poder de asociar, creo. Es decir, unir varios sentimientos y darles consistencia; tiene el poder de darles vida.
En resumen, creo que vida y canción caminan juntas de la mano. No se puede vivir sin música. Es eso.
¡Hasta el próximo texto!
Cuidaos.
Luiz nos dice que es fantástico leer con música de fondo. ¡Yo no puedo! Si leo y hay detrás una bella canción, me bloqueo. ¿Qué os pasa a vosotros?
ResponderEliminarLuiz,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Belén. La canción me desconcentra de la lectura. Sobre tu texto, ¡sigues triunfando!
¡Yo tampoco consigo leer y oír música al mismo tiempo! Y espero tu próximo texto Luiz, porque para uno que dice que no le gusta escribir, escribes muy bien, ¡me divierto leyéndote!
ResponderEliminar¡Muy bueno Luiz! A mí también me gusta leer con música de fondo. Tú texto es casi una canción, creo que es posible musicarlo, ¿qué piensas?
ResponderEliminarPues yo, como algunos de vosotros, tampoco suelo leer y escuchar música a la vez, no consigo concentrarme en lo uno ni en lo otro, me quedo a medias en la degustación de ambos placeres, que pugnan dentro de mí por satisfacerse el uno por encima del otro.Es una limitación, lo admito. ¡Una más de las muchas que me afligen!
ResponderEliminarEn todo lo demás, de acuerdo contigo, Luiz. Pocas cosas más evocadoras que la música, para el consciente y el subconsciente. Con los olores me pasa lo mismo. Te retrotraen a momentos, lugares, estados de ánimo, personas, emociones... La música... ¡Qué seríamos sin ella! ¿Os imagináis lo que debió de sufrir el pobre Beethoven cuando se quedó sordo? Dios nos guarde de desdichas como esa.
El grupo del que hablas no pudo elegir un nombre más adecuado, porque, en efecto, la música es como un "Maná" que cae del cielo y nos reconforta hasta cuando andamos medio enterrados por las arenas del desierto. Gracias por compartir el enlace.¡Maná per tutti, paga Luiz!
Me encantan vuestros comentarios, me he reído y me habéis hecho pensar. ¿Tenéis alguna canción determinada o grupo que os traslade a un momento especial de vuestra vida? Yo pienso que "Radio Futura" marca de forma muy entrañable mis años universitarios, y siempre que escucho alguna de las canciones que hicieron, me vienen a la cabeza amigos y fiestas de aquella época. Es un poco volver a ser quien fui...
ResponderEliminarLuiz,¡qué bello texto más una vez! poesía pura... un maravilloso regalo para nuestra revista. En cuanto a leer y oír música al mismo tiempo, ¡ni pensar! Sólo consigo hacer una cosa por vez, a no ser que sea una música calmita, algo así como una instrumental. El grupo Maná es realmente precioso. ¡Me encantó!
ResponderEliminargracias a todos mis amiguitos y les digo que me quedo muy feliz con sus comentarios, pero cuando hablé de la mezcla lectura x canción, me referí a una buena lectura y una música agradable y suave en fondo...es decir, hay que saber elegir esta "pareja".
ResponderEliminar¡Sí Belén, es verdad! Fue presentado al grooveshark.com y ahora pueda escuchar todas las musicas del mundo ¡sin pagar nada! Todos los días escucho músicas antíguas mientras trabajo y me acuerdo de quien yo era.
ResponderEliminarSoy estudiante de una maestria en ELE, estudiante de Belen para ser más exactos y me estoy echando una pasadita por el blog, que resulta cada vez más interesante.
ResponderEliminarLuiz, comparto contigo la pasión por la música Tienes toda la razón, la música es capaz de tocar tus fibras más profundas e incluso de poner con palabras lo que a veces nuestros pensamientos son incapaces de hacer. Yo uso la música para animarme, para desahogarme, para concentrarme, para relajarme, cada letra, cada melodía tiene su función.