viernes, 27 de septiembre de 2013
jueves, 4 de octubre de 2012
Poesías desde el corazón
Vinicius Mothé Maia
Vine a vivir a Río de Janeiro un día después de mi nacimiento del otro
lado de la bahía. Me licencié en Administración por la Universidad Federal
del Río de Janeiro. Actualmente estoy en el último semestre de la maestría en
finanzas y pienso acerca de convertirme en un maestro. Empecé a pensar sobre
esta posibilidad durante la facultad, cuando entré a formar parte de un
proyecto social para dar clases extras a los alumnos que estaban con un mal
rendimiento en la escuela pública. Me encantó ayudar esos niños a aprender
matemáticas. Después, participé en un grupo de investigación durante un año y
fui ayudante de diversas materias en la facultad. Esas experiencias despertaron
mi interés por la carrera de maestro.
La motivación para escribir el poema Autorretrato vino de la
contradicción que convive dentro de la ciudad de Río. Esas contradicciones que
son tan claras entre las regiones, donde es posible ver lo urbano y lo rural,
la alegría y la tristeza, el trabajo y las fiestas.
En la primera y última parte del poema, la ciudad nos cuenta sus
pensamientos. En el medio es posible ver algunas de las facetas de esa ciudad,
como la riqueza y la pobreza.
Esa pobreza que habita la ciudad que motivó el segundo poema sobre los
Excluidos y su único derecho que es el de soñar con días mejores que nunca
llegarán. Un destino cruel que muchos no perciben, manteniéndose en la
oscuridad de su sueño de riqueza.
Autorretrato
Siempre
que me veo en el espejo,
miro lo urbano que afanó lo
rural,
con
ojos alegres y semblante triste,
veo
mis facetas quiméricas.
Si
miro al norte, allí están los pingüinos,
que
en realidad son hormigas,
debajo
del sol de vidrio y cemento.
Si
miro al sur, siento el calor del ritmo,
escucho
un sonido helado,
bebo
una cerveza de verano.
Si
miro al este, reconozco unos pocos,
encima
de su vasta riqueza,
durmiendo
aislados en sus castillos.
Si
miro al oeste, observo una gigante colonia,
mis
tan sufridos engranajes,
olvidados
por mi cerebro, pero no por mis ojos.
A
pesar de sus diferencias, me encantan mis células,
pues
llenos de temores, repletos de contradicciones,
son
mis mayores amantes, mis mayores críticos,
pesimistas
por naturaleza y optimistas por convicción.
********************
Para los excluidos
Sobre
mí
Los
sueños caminan juntos con la desgracia
Aceptando
mis normas
Protegiendo
a los que no me tocan,
Aislando
a los descalzados
A
unos se les permite todo
Se
les permite dormir
Se
les permite comer
Se
les permite estudiar
Se
les permite vivir
Incluso
la música se toma de los otros
A esos,
se les permite soñar
Soñar
con un día
Día en
el que nunca suene la campana
Solo
la desgracia bate la casa
*****************
*****************
Solitud
Creo que soy mal interpretada
Pues unos me detestan
No soportan oír mi sonido
Otros me aprovechan para reflejar
Tiran un tiempo por la ventana
Solo que yo, no existo
Sino en estas pocas líneas
Eso porque tu alrededor te llama
Sea la naturaleza con su canto de serena
Sea lo urbano con su gemido melancólico
Solo te cuesta oír
Si a pesar de todo no me crees
Puedo existir para hacerte compañía
Pero poco te diré
Solo esas pocas palabras
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ESCRITURA CREATIVA
lunes, 25 de junio de 2012
Expresión TIRAR LA CASA POR LA VENTANA
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EXPRESIONES EN ESPAÑOL
martes, 12 de junio de 2012
CARLOS FUENTES - In memoriam
Fátima Paschoal
El pasado día quince de mayo fue muy triste para México, para los pueblos de lengua hispana, para el mundo del arte en general y de la literatura mundial.
La razón es que murió, a los ochenta y tres años, Carlos Fuentes, escritor
mexicano, considerado una de las figuras más destacadas del escenario mundial
por su trabajo incesante como catalizador y arquitecto del "boom"
literario latinoamericano. Recibió muchos premios a lo largo de su vida,
destacándose, en 1987, el Premio Cervantes, el más importante de la Literatura Española.
Fuentes era hijo de diplomático, nació en 1928 por casualidad en Panamá, y vivió en distintos países hasta su adolescencia cuando regresó a México, donde se radicó hasta 1965.
Su vivencia en México definió su obra, que reflexiona sobre la filosofía de "lo mexicano". Desde su primer libro "Los días enmascarados", que se publicó en 1954, Fuentes se preocupó intensamente en discutir la identidad mexicana, buscando formas de expresarla. En consecuencia, fue uno de los fundadores de la mítica Revista Mexicana de Literatura.
Como personalidad y como escritor, su compromiso político y social con su país era una de sus características fundamentales. En 1972, el escritor afirma en uno de sus ensayos para la revista Tiempo Mexicano: "Lo que un escritor puede hacer políticamente debe hacerlo también como ciudadano. En un país como el nuestro, el escritor, el intelectual, no puede ser ajeno a la lucha por la transformación política, que, en última instancia, supone también una transformación cultural". Además de una voz alerta de la realidad mexicana presente y futura, Carlos era la voz de todos.
Fuentes, autor de obras como, entre otras, "La muerte de Artemio Cruz", "Aura", "Tierra Nostra" y "Gringo Viejo", era también colaborador habitual de periódicos, entre ellos EL PAÍS. Fue diplomático, embajador de México en Francia, delegado de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra, delegado en el Centro de Información de la ONU en México, además de tantas otras funciones muy importantes para la divulgación y desarrollo de su país.
La muerte del gran cronista, uno de los gigantes de las letras mexicanas, conmocionó profundamente al mundo de la cultura. Muchas fueron las manifestaciones sobre su obra y su personalidad. El escritor Héctor Aguilar Camin, por ejemplo, ha dicho que Fuentes "fue un personaje extraordinario, de vitalidad única en las letras hispanoamericanas, de gran riqueza mental, biográfica y literaria. [...] Muere en plenitud, en un momento de plena lucidez".
Según el también escritor Jorge Volpi, Carlos Fuentes "convirtió México en su principal tema y como diplomático que era lo abrió al mundo. Como Balzac, hizo de México una metáfora de la condición humana".
Fuentes, además de brillante narrador y político, era también un gran
aficionado al cine. Escribió numerosos guiones, algunos con Gabriel García
Márquez, su gran amigo. Su novela "La cabeza de la hidra" fue llevada
al cine en 1981 por el director mexicano Paul Leduc con guión del propio Fuentes.
Desafortunadamente Fuentes nos deja en el momento en que comenzaba a escribir un nuevo libro tras haber participado de la Feria del Libro de Buenos Aires, en el inicio de mayo, cuando presentó el ensayo "La gran novela latinoamericana", de 2011, y el libro de cuentos "Carolina Grau" de 2010.
Más que un escritor, se perdió un hombre de su tiempo; un hombre que supo defender sus ideas con fuerza y seguridad. Fuentes decía que escribía para seguir siendo. Y así fue.
Aquí se puede pinchar para leer una interesantísima entrevista con Carlos Fuentes. Leer más...
El pasado día quince de mayo fue muy triste para México, para los pueblos de lengua hispana, para el mundo del arte en general y de la literatura mundial.

Fuentes era hijo de diplomático, nació en 1928 por casualidad en Panamá, y vivió en distintos países hasta su adolescencia cuando regresó a México, donde se radicó hasta 1965.
Su vivencia en México definió su obra, que reflexiona sobre la filosofía de "lo mexicano". Desde su primer libro "Los días enmascarados", que se publicó en 1954, Fuentes se preocupó intensamente en discutir la identidad mexicana, buscando formas de expresarla. En consecuencia, fue uno de los fundadores de la mítica Revista Mexicana de Literatura.
Como personalidad y como escritor, su compromiso político y social con su país era una de sus características fundamentales. En 1972, el escritor afirma en uno de sus ensayos para la revista Tiempo Mexicano: "Lo que un escritor puede hacer políticamente debe hacerlo también como ciudadano. En un país como el nuestro, el escritor, el intelectual, no puede ser ajeno a la lucha por la transformación política, que, en última instancia, supone también una transformación cultural". Además de una voz alerta de la realidad mexicana presente y futura, Carlos era la voz de todos.
Fuentes, autor de obras como, entre otras, "La muerte de Artemio Cruz", "Aura", "Tierra Nostra" y "Gringo Viejo", era también colaborador habitual de periódicos, entre ellos EL PAÍS. Fue diplomático, embajador de México en Francia, delegado de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra, delegado en el Centro de Información de la ONU en México, además de tantas otras funciones muy importantes para la divulgación y desarrollo de su país.
La muerte del gran cronista, uno de los gigantes de las letras mexicanas, conmocionó profundamente al mundo de la cultura. Muchas fueron las manifestaciones sobre su obra y su personalidad. El escritor Héctor Aguilar Camin, por ejemplo, ha dicho que Fuentes "fue un personaje extraordinario, de vitalidad única en las letras hispanoamericanas, de gran riqueza mental, biográfica y literaria. [...] Muere en plenitud, en un momento de plena lucidez".
Según el también escritor Jorge Volpi, Carlos Fuentes "convirtió México en su principal tema y como diplomático que era lo abrió al mundo. Como Balzac, hizo de México una metáfora de la condición humana".

Desafortunadamente Fuentes nos deja en el momento en que comenzaba a escribir un nuevo libro tras haber participado de la Feria del Libro de Buenos Aires, en el inicio de mayo, cuando presentó el ensayo "La gran novela latinoamericana", de 2011, y el libro de cuentos "Carolina Grau" de 2010.
Más que un escritor, se perdió un hombre de su tiempo; un hombre que supo defender sus ideas con fuerza y seguridad. Fuentes decía que escribía para seguir siendo. Y así fue.
Aquí se puede pinchar para leer una interesantísima entrevista con Carlos Fuentes. Leer más...
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Libros y autores
lunes, 4 de junio de 2012
La lógica temporal del consumo
Lucas Soares
Hace 20 años, jefes de Estado y Gobierno, y líderes de todo el mundo se reunían en la ciudad del Río de Janeiro para discutir el futuro de las cuestiones ambientales y el desarrollo sostenible. Hoy, otra vez, Río será la sede de una importante conferencia sobre el clima planetario: Río+20. Esta cumbre pretende hacer un balance de lo que ha sucedido en los últimos veinte años, desde la ECO 92. Poca cosa cambió, es verdad. Pero la expectativa para el evento es muy grande, sobre todo ahora a las vísperas del evento.
Por esta razón, todos los medios de comunicación, que históricamente siempre se movieron por la lógica del consumo, en los últimos días resolvieron adoptar una retórica distinta y e incoherente. Estos, que insisten en convencernos de que el consumo es bueno, que en las películas y en los programas de televisión siempre exhiben un mundo lleno de productos, hoy el discurso. El desarrollo sostenible es la expresión de la moda. Por lo menos hasta que dure este orden del día en los medios de comunicación.
Los periódicos y los telediarios ahora muestran todos los días reportajes que hablan sobre la temática ambiental. El problema, sin embargo, es que temas como este no pueden estar limitados solo a estos períodos. La práctica sostenible tiene que transformarse en hábito cotidiano. Vivimos todavía en la esfera del discurso. Poco hacemos, como individuos por este tema.
En verdad, de los siete mil millones de personas que viven en la Tierra, solo una pequeña parcela puede comprehender la dimensión de los problemas del medio ambiente. Luego, los medios de comunicación tienen sí la responsabilidad de difundir la preocupación con el futuro del planeta. Pero lo deben hacer siempre, y no solo cuando se debate el tema debido a una cumbre o conferencia.
La sostenibilidad es tema para todos los días. Tiene que estar en las escuelas, en en las universidades, pero también en las reuniones familiares, en la mesa del bar o en la oficina. Es necesario que cambiemos la lógica del consumo vigente. Además, el discurso tiene que estar emparejado con las acciones, o todo que lo que decimos será vacío como el discurso de los medios de comunicación. Leer más...
Hace 20 años, jefes de Estado y Gobierno, y líderes de todo el mundo se reunían en la ciudad del Río de Janeiro para discutir el futuro de las cuestiones ambientales y el desarrollo sostenible. Hoy, otra vez, Río será la sede de una importante conferencia sobre el clima planetario: Río+20. Esta cumbre pretende hacer un balance de lo que ha sucedido en los últimos veinte años, desde la ECO 92. Poca cosa cambió, es verdad. Pero la expectativa para el evento es muy grande, sobre todo ahora a las vísperas del evento.
Por esta razón, todos los medios de comunicación, que históricamente siempre se movieron por la lógica del consumo, en los últimos días resolvieron adoptar una retórica distinta y e incoherente. Estos, que insisten en convencernos de que el consumo es bueno, que en las películas y en los programas de televisión siempre exhiben un mundo lleno de productos, hoy el discurso. El desarrollo sostenible es la expresión de la moda. Por lo menos hasta que dure este orden del día en los medios de comunicación.
Los periódicos y los telediarios ahora muestran todos los días reportajes que hablan sobre la temática ambiental. El problema, sin embargo, es que temas como este no pueden estar limitados solo a estos períodos. La práctica sostenible tiene que transformarse en hábito cotidiano. Vivimos todavía en la esfera del discurso. Poco hacemos, como individuos por este tema.
En verdad, de los siete mil millones de personas que viven en la Tierra, solo una pequeña parcela puede comprehender la dimensión de los problemas del medio ambiente. Luego, los medios de comunicación tienen sí la responsabilidad de difundir la preocupación con el futuro del planeta. Pero lo deben hacer siempre, y no solo cuando se debate el tema debido a una cumbre o conferencia.
La sostenibilidad es tema para todos los días. Tiene que estar en las escuelas, en en las universidades, pero también en las reuniones familiares, en la mesa del bar o en la oficina. Es necesario que cambiemos la lógica del consumo vigente. Además, el discurso tiene que estar emparejado con las acciones, o todo que lo que decimos será vacío como el discurso de los medios de comunicación. Leer más...
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Expresión ECHAR FLORES
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EXPRESIONES EN ESPAÑOL
miércoles, 30 de mayo de 2012
Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo
Rosa Santa Isabel
Pascual Serrano, un joven escritor catalán, en su libro “Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo” trata de cómo los medios de comunicación mundiales nos desinforman, en lugar de informarnos.
Como se considera la información hoy en día una mercancía, no se la somete a criterios de autenticidad. La información está bajo las leyes del mercado.
Leer más...

A pesar de las estratagemas utilizadas por los medios, como la omisión de hechos, el disimulo y, en muchas ocasiones, la mentira, existe una gran sensibilidad ciudadana en relación a la manipulación de los medios. Entre los ejemplos mencionados por Serrano está el del atentado de Atocha en Madrid el 11 de marzo de 2004. En esa ocasión, la población, por medio de móviles o de Internet, envió mensajes con alertas respecto a las dudas que existían sobre la “verdad oficial” del gobierno de Aznar. La falsa verdad de que ETA estaba implicada en el atentado se desenmascaró con una insurrección de millares de personas reunidas en la Puerta del Sol. Otro ejemplo es como los medios de comunicación de todo el mundo divulgaron como verdaderas, sin antes comprobar, las informaciones de la Casa Blanca que justificaron la invasión americana a Iraq. Mientras veíamos por la tele cómo Estados Unidos bombardeaba Iraq y se aprovechaba no solo para matar a su población, sino para quitarle su petróleo.
Cada día crece más el número de personas que se da cuenta de la existencia de ese sistema de fabricación de mentiras y de los mecanismos de censura utilizados en gobiernos “democráticos”. Es un error pensar que al tener más información, tenemos más libertad. En realidad, tenemos escasez de verdadera información. Lo que nos ocultan son formas de “censura invisible” utilizadas por gobiernos y por grupos de comunicación.
Según el experto en teoría de la comunicación y presidente de “Le Monde Diplomatique”, Ignacio Ramonet, la situación de los medios de comunicación es de crisis. No se puede negar el control cada día más descarado que los grupos de accionistas tienen sobre las líneas editoriales, sobre Internet y sobre la prensa gratuita.
A finales del siglo XIX se produjo la industrialización de la prensa. Ese desarrollo industrial consiguió lo que ningún gobierno había conseguido: alejar cualquier proyecto informativo que no fuera apoyado por grandes inversiones. Por consiguiente, los trabajadores y los más pobres perdieron su derecho de coadministrar un medio de comunicación, substituidos por las grandes fortunas.
La dinámica de la información es lo inmediato, que nos produce la sensación de entrar en el cine con una película ya empezada. No podemos olvidar que se omiten los antecedentes de los conflictos.
Cuando un periódico publica en su portada la boda de alguien de la monarquía europea y no una denuncia de Amnistía Internacional, seguramente no es por casualidad.
A pesar de su crudo análisis, Serrano no mata el sueño optimista de que otra forma de comunicación sea posible a través de una propuesta de educar a las masas, víctimas de la intoxicación de los medios empresariales.
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