domingo, 6 de noviembre de 2011

Declaración de libertad

Fatima Paschoal

Una de las películas que más han influido en mi vida y en mi forma de pensar el mundo es “Blade Runner”. A partir de un argumento futurista, el tema que se presenta es profundo y esencial para todos nosotros, seres que vivimos esclavizados por el fatalismo de la muerte. La presencia de la muerte nos inclina a preguntarnos: ¿Qué es la libertad? ¿Es posible vivir para siempre?

En mi opinión, la conclusión de la película es que no hay libertad total, ni para humanos  ni para “replicantes”, (robots virtualmente idénticos a los humanos que aparecen en la ficción cinematográfica). Estamos todos atados al mismo destino: nosotros, todos, tenemos un plazo de validez.

La verdad es que el tema de la vida como tiempo finito  está ahora muy presente en mí porque estoy empezando una nueva fase de mi vida: la jubilación, y me doy cuenta de que...¡hay vida después del trabajo! ¡Estoy segurísima!

A partir del momento en que llegué a esa conclusión, una ola de libertad invadió mis días y noches. La ola invadió también mis acciones y empecé a sentirme como si pudiera hacer de todo un poco. Muchos proyectos habían vivido encerrados en una oficina en la que la creatividad y la vida intelectual eran casi un sueño perdido, por lo menos  fue así durante treinta años. En el mejor de los casos, era posible conocer a una u otra persona con la que se podía charlar sobre temas más interesantes que las tareas cotidianas.

Cuando leí que nuestra libertad era una “libertad condicional”, tomé conciencia de ese hecho de forma abrupta porque esto es la más pura verdad. Me encontré una vez más reflexionando sobre mis emociones y decidí que si es por un tiempo determinado que tengo la oportunidad de aprovechar la vida, voy a aprovecharla.

En aquel momento, empecé a escribir porque junto a “Los Insistentes” creo que puedo vivir algo que dejé en el pasado: las ganas de escribir, de hacer poesía con las cosas más sencillas, de pintar cuadros y conocer a personas que, como yo, “piensan el mundo” y, seguramente, lo desean mejor.

Esto me recuerda una frase de Friedrich Nietzsche: “Si se muere el pensamiento, se muere el alma”. Como el pensamiento es totalmente libre, sigamos viviendo la libertad en su plenitud.
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jueves, 13 de octubre de 2011

La voz del poeta

Los Insistentes

Luis García Montero / Foto: Cíntia Paiva
La POESÍA es una de las manifestaciones literarias más antiguas que se conocen. Es difícil establecer su origen , se han estudiado inscripciones jeroglíficas egipcias del año 2.600 a.C., y se las considera las primeras poesías de las que hay registro.

Por definición, la POESÍA es la manifestación de la belleza a través de la palabra y es capaz de transmitir profundos sentimientos. Podemos conocer un poco de esta manifestación literaria en nuestros días gracias a los poemas de Luis Garcia Montero.

El poeta ha participado junto a su mujer, la escritora Almudena Grandes, en el Café Literario celebrado en septiembre en el Instituto Cervantes de Río de Janeiro. Publicaremos próximamente otros artículos sobre el evento.

Pincha aqui para oír cuatro de los poemas – Dedicatoria, En llamas, La inmortalidad y Primer día de vacaciones – en la voz del poeta.Y si quieres acompañar la audición leyendo los textos, pincha en Leer más.
 

Dedicatoria
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.



En llamas
Canciones que no pueden ser cantadas,
banderas que me manchan con su sangre las manos,
libros oscurecidos por el tiempo,
plazas que sólo existen en las fotografías.

Como el águila vivo
en un bosque incendiado.
El brillo de mis ojos es de llamas extrañas.
Me persiguen las ascuas de una luz enemiga.

Y vuelo, vuelo,
sin un lugar a salvo, sin poder detenerme.

La inmortalidad
Nunca he tenido dioses
y tampoco sentí la despiadada
voluntad de los héroes.
Durante mucho tiempo estuvo libre
la silla de mi juez
y no esperé juicio
en el que rendir cuentas de mis días.

Decidido a vivir, busqué la sombra
capaz de recogerme en los veranos
y la hoguera dispuesta
a llevarse el invierno por delante.
Pasé noches de guardia y de silencio,
no tuve prisa,
dejé cruzar la rueda de los años.
Estaba convencido
de que existir no tiene trascendencia
porque la luz es siempre fugitiva
sobre la oscuridad,
un resplandor en medio del vacío.

Y de pronto en el bosque se encendieron los árboles
de las miradas insistentes,
el mar tuvo labios de arena
igual que las palabras dichas en un rincón,
el viento abrió sus manos
y los hoteles sus habitaciones.
Parecía la tierra más desnuda
porque la noche fue,
como el vacío,
un resplandor oscuro en medio de la luz.

Entonces comprendí que la inmortalidad
puede cobrarse por adelantado.
Una inmortalidad que no reside
en plazas con estatua,
en nubes religiosas
o en la plastificada vanidad literaria,
llena de halagos homicidas
y murmullos de cóctel.
Es otra mi razón. Que no me lea
quien no haya visto nunca conmoverse la tierra
en medio de un abrazo.


La copa de cristal
que pusiste al revés sobre la mesa,
guarda un tiempo de oro detenido.
Me basta con la vida para justificarme.
Y cuando me convoquen a declarar mis actos,
aunque sólo me escuche una silla vacía,
será firme mi voz.

No por lo que la muerte me prometa,
sino por todo aquello que no podrá quitarme.


Primer día de vacaciones
Nadaba yo en el mar y era muy tarde,
justo en ese momento
en que las luces flotan como brasas
de una hoguera rendida
y en el agua se queman las preguntas,
los silencios extraños.
       
Había decidido nadar hasta la boya
roja, la que se esconde como el sol
al otro lado de las barcas.            

Muy lejos de la orilla,
solitario y perdido en el crepúsculo,            
me adentraba en el mar
sintiendo la inquietud que me conmueve
al adentrarme en un poema
o en una noche larga de amor desconocido.
     
Y de pronto la ví sobre las aguas.

Una mujer mayor,
de cansada belleza
y el pelo blanco recogido,
se me acercó nadando
con brazadas serenas.
Parecía venir del horizonte.
       
Al cruzarse conmigo,
se detuvo un momento y me miró a los ojos:
no he venido a buscarte,
no eres tú todavía.
    
Me despertó el tumulto del mercado
y el ruido de una moto
que cruzaba la calle con desesperación.
Era media mañana,
el cielo estaba limpio y parecía
una bandera viva
en el mástil de agosto.
Bajé a desayunar a la terraza
del paseo marítimo
y contemplé el bullicio de la gente,
el mar como una balsa,
los cuerpos bajo el sol.
      En el periódico
el nombre del ahogado no era el mío.
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jueves, 6 de octubre de 2011

Tierra de Mujeres: Los Mosuo


La etnia Mosuo y su peculiar modo de vivir es el tema del documental Tierra de Mujeres: los Mosuo, de la cineasta china Xiaodan He, hija de antropópologos y descendiente de una rama de este pueblo. Después de ver el documental, Mara Rigaud Pantoja, Saionara Mendes y Márcia Andréa dos Santos Paz han querido escribir sus comentarios para Los Insistentes:  

Mara Rigaud Pantoja

El documental Tierra de Mujeres trata de la etnia Mosuo, una comunidad regida por el matriarcado localizada en el sudoeste de China, a los pies del Himalaya. A mi me encantó conocer los rasgos culturales de este grupo.

El aislamiento de la región ha permitido que el sistema del matriarcado surgiera y se mantuviera, incluso en tiempos del comunismo. Me fascina pensar que todavía existen grupos como los Mosuo.

Tienen una organización social muy distinta, en cuyas tradiciones se destaca la inexistencia del matrimonio. No existen maridos. La vida social es armoniosa y si algo ocurre, pueden buscar a otra pareja. La propiedad pasa de madres a hijas y son las mujeres las que toman las decisiones importantes. Los hombres colaboran en las tareas pesadas del campo pero son las mujeres las que asumen lo demás. El grupo familiar está formado por una mujer, sus hijos, su madre, sus hermanos, sus hermanas y los hijos de esas hermanas. No existe la figura del padre y el tío materno es quien asume la figura masculina en relación a los niños.

Cuando cumple trece años, la mujer Mosuo recibe la llave de su propia habitación y, a partir de ese momento, puede tener relaciones sexuales con los hombres que quiera. La mujer que tiene una unión libre no es mal vista en su comunidad. Los encuentros se realizan a partir del anochecer y los hombres vuelven a sus casas maternas antes del amanecer. Cuando hay hijos, son adoptados por la madre. Hay quien dice que los hombres se vuelven irresponsables. Yo no diría eso. Lo que pasa es que trabajan para sus hermanas.

Los hombres y mujeres nunca viven juntos. A mi modo de ver, el vivir diario termina en peleas y separación. No los unen el dinero ni los hijos. No se sienten parte de la misma familia. Se mantienen juntos solo por el afecto. Así que cuando este desaparece, nada los une y se separan.

En los años 70, después de la revolución cultural, se intentó imponer el matrimonio y la monogamia pero las tradiciones culturales de los Mosuo se mantuvieron. Sin embargo, es necesario reflexionar sobre cuánto las nuevas rutas comerciales, las carreteras y el turismo modificaron el aislamiento y las tradiciones de los Mosuo.

Me sienta fatal que los turistas no respeten sus tradiciones. Quieren satisfacer sus fantasías sexuales con las jóvenes Mosuo, sin percibir el contexto en que ellas viven. No comprenden que la unión libre no es sinónimo de libertinaje ni de libertad sexual desreglada. Por otra parte, muchas jóvenes Mosuo son llevadas, por varios motivos, a la prostitución, contribuyendo al mal comportamiento de los turistas.

Saionara Mendes 

En principio me encantó saber que es posible vivir en una organización femenina con esa división de tareas en paz y con felicidad. ¡Es fantástico! Me fascina esa sociedad femenina ya que no se distancian de sus hijos, forman una familia de sangre y la mantienen unida.

La figura paterna no tiene un papel importante, pues los padres no conviven con sus hijos. Viven en las casas de sus madres con sus hermanas, hermanos y sus sobrinos.

Las chicas cuando cumplen trece años pasan a llevar un vestido de mujer y así son consideradas mujeres.

Es normal que los hombres visiten a las mujeres por la noche y temprano vuelvan para sus casas. Cada relación dura el tiempo deseado. Pienso, ¿cómo no se enamoran y no sufren cuando el otro no le desea?, ¿no sienten celos? Además, cada uno puede mantener relaciones con más de un compañero. Después de los años 60, con el comunismo, la civilización Mosuo pasó a ser considerada promiscua, pero con el tiempo volvió a ser aceptada.

Un sitio precioso y con su civilización diferente pasó a atraer el turismo. Las personas pensaban que el sexo libre defendido por los Mosuo era una práctica sin reglas. Tanto los hombres como las mujeres se sintieron mal con la visión y el comportamiento equivocados de los turistas.
Creo que lo que pasa es que los turistas no están preparados para entender el modo de vida tan diferente de los Mosuo. Aunque los turistas no estén de acuerdo deberían respetar esa civilización antigua, pues están en sus tierras y en contacto con sus costumbres. Ese antiguo modo de vida sobrevivió por tanto tiempo, con tanta felicidad y ahora está próxima al fin y quizá abocada a ser conocida o recordada solamente en los libros de la historia de la humanidad.

Los Mosuo fueron seducidos por la nueva realidad traída por sus visitantes. En la actualidad hay pocos que persisten en las tradiciones. La civilización moderna y los medios de comunicación son muy poderosos.


Márcia Andréa dos Santos Paz

Me encanta la sociedad Mosuo, es una sociedad matriarcal, son las mujeres quienes ocupan los principales puestos y son responsables de todas las decisiones incluso en la hora del sexo.

Me fascina la cultura Mosuo, es una cultura diferente a la que estamos acostumbrados. No hay contrato matrimonial, ellos viven una unión libre. Cuando una mujer y un hombre se corresponden mantienen una relación que puede durar veinte años o días con cada uno viviendo en su casa. Los encuentros ocurren por la noche y cuando ellos sienten deseo. Si el amor acaba, se separan y están libres para vivir otras relaciones.

A los trece años las chicas son sometidas a un ritual que las convierte en adultas preparadas para tener relaciones sexuales.

Los hijos de las relaciones Mosuo son criados siempre por las mujeres. No existe la palabra padre y, en algunos casos, se desconoce quiénes son los padres de sus hijos.

Sin embargo, los hombres no son tratados como personas inferiores, son amados, respetados y criados con cariño por las madres y cuando crecen ayudan en la crianza de los niños de sus hermanas, son los tíos que representan la figura paterna.

A mi modo de ver es una cultura que tiene que ser respetada como cualquier otra. Los Mosuo quieren respeto por su forma libre de vivir. No hay cobranzas y tampoco disputas. Para ellos es una forma de vida feliz y sin compromiso.

El turismo es bueno para el desarrollo de la población Mosuo, pero es una amenaza. Muchos turistas son atrevidos y buscan realizar sus fantasías sexuales, piensan que el modo de vida de los Mosuo es pervertido y no comprenden que es una tradición.

Al final, con tantos turistas, ¿cómo mantener la tradición?


Los Mosuo: Libertad sexual | Raul Espert


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jueves, 22 de septiembre de 2011

Enciende La Tribu y apaga la radio comercial

 Katarine Flor

En un edificio colonial con muchos colores funciona la radio comunitaria La Tribu, 88.7 FM. Los bonitos dibujos de la fachada fueron un regalo de los artistas plásticos Diego Perrotta, Liniers, Omar Panosetti y Fede Gonzalez por el aniversario de 20 años de la cadena.

Su colectivo la define como “una radio no colonizada”, por verla como un refugio de voces que dicen lo que no se escucha y de oídos que quieren otras músicas.

Es un medio de comunicación que no reproduce la brecha entre emisores y receptores propia de los medios de comunicación hegemónicos. En ese sentido, sus prácticas se han orientado a discutir y repensar permanentemente el lugar del emisor. Y no solo con palabras, sino también con canciones, con sonidos y con silencios.

En la radio funciona un hermoso bar, donde se promueven encuentros con poesías, música, cine, entre otras manifestaciones artísticas. Es una de las maneras de amplificar el ritual del encuentro y buscar una conversación y participación de la comunidad.

Mas adelante hay un espacio donde los entrevistados y convidados esperan para entrar en el aire. Al lado está el estudio. Arriba encontramos unas salas donde funcionan la administración, la redacción y el centro de capacitación y producción.

Guadalupe, la persona responsable del centro de capacitación, dice que estos espacios proporcionan la reflexión del mundo actual desde herramientas, conceptos y técnicas aplicados a la radiodifusión. Los talleres, seminarios y todas otras actividades de la radio son abiertas a todos.

Alejandro, miembro de la dirección, dice que más que audiencia, la radio busca una nueva mirada acerca del mundo. Esto por el abordaje de sus noticias y por la manera cómo se relaciona con la ciudadanía.

Un de los varios proyectos de la radio fue un CD lanzado para apoyar la lucha de los trabajadores del subte, llamado "todxs queremos llegar a casa". Este disco se ha hecho con el apoyo de varios artistas que lo hicieron como voluntarios.

Alejandro cuenta que La Tribu es un medio de comunicación que no busca el lucro, sino una programación en la que confluyen actores sociales que quieren la construcción de una sociedad justa económica, social y culturalmente. En este sentido, es un espacio abierto tanto para artistas con quienes tienen afinidades ideológicas como también para aquellos considerados muy buenos.

Algunas de sus principales líneas de producción son los derechos humanos, los movimientos sociales y el análisis de la realidad desde la perspectiva de la radio comunitaria.

A la agenda política se añaden informaciones sobre las alternativas culturales de Buenos Aires, la participación de los oyentes y el equipo móvil de exteriores recorriendo la ciudad para sumar al aire de la radio los hechos, las voces, los reclamos y los encuentros que cada mañana pueblan las calles.

 Si quieres concocer la Radio Tribu, pincha aquí. Leer más...

jueves, 1 de septiembre de 2011

Está abierta la matrícula para el curso de "LOS INSISTENTES"

¡QUEDA SOLO UNA SEMANA PARA EMPEZAR EL CURSO!

FABRICIA LUQUE
"Después de terminar el curso regular, quería seguir en contacto con la lengua y las culturas hispanohablantes.
Afortunadamente, he encontrado este magnífico grupo de alumnos que tuvo la idea de crear un blog. Así que descubrí la oportunidad de desarrollar mi escritura en español y discutir temas muy interesantes en clase. Sin olvidar el hecho de que hice queridos amigos en el curso. A menudo realizamos inolvidables encuentros en restaurantes y sitios típicos de la ciudad." 


LAURA FREITAS
"Lo que me encanta es la manera moderna y motivadora de utilizar herramientas de Internet. Es importante que me mantenga actualizada, la vida me lo exige. Ya estudié mucho español y no quiero olvidarlo, soy curiosa y me gusta viajar, principalmente por Latinoamérica, me encanta la exuberancia de nuestro continente. En clase practicamos nuestro español: charlamos sobre  temas palpitantes e intercambiamos opiniones y experiencias. Después de las discusiones y ante las propuestas, me sorprendo sonriendo y llena de ideas para escribir, y siempre cuento que entre todos me van a ayudar a mejorar mis ideas y a corregir los errores. Me alegra formar parte de este grupo."   

Los Insistentes
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viernes, 19 de agosto de 2011

Rosa se fue sin decir adiós

Daniella Wagner

Jefe de Estudios del Instituto Cervantes de Río de Janeiro durante cinco años, la madrileña Rosa María Sanchez-Cascado Nogales se marchó sin decir adiós. Prefirió decir ¡hasta siempre! A partir de septiembre, Rosa ocupará el mismo cargo en São Paulo.

Por un lado, nos quedamos todos tristes con su partida, puesto que echaremos de menos su intensa presencia, animada y alegre y al mismo tiempo tan dulce y amigable. Y también decidida, característica de las personas enérgicas que hacen muchas cosas e influyen para que otras cosas ocurran.

Por primera vez, un grupo de alumnos quiso seguir estudiando después de terminar el curso regular y ella, con su energía, hizo que fuera posible. A cada nueva solicitud, nos abría el módulo siguiente de C2 (nivel superior) hasta que llegamos a los cursos especiales con la revista electrónica Los Insistentes.

Por otro lado, nos consolamos (y también los profesores y empleados) puesto que São Paulo está muy cerca de Río y Rosa no se fue para tan lejos. Podía ser peor. Sí, porque en el Instituto Cervantes su primer destino fue Bucarest, Rumanía, donde vivió 10 años, después Tetuán, Marruecos, desde donde se trasladó a Brasil. De estos lugares, Rosa ha traído muchas historias pintorescas, casi surreales, que no se cansaba de contarnos y nos divertía mucho oirlas. Ya verán los alumnos paulistas…

No obstante, ella prefiere no destacar qué experiencia ha sido más diferente o interesante y cuál le ha dejado mejores recuerdos: “Todas las ciudades son interesantes. Las diferentes experiencias enriquecen nuestra vida y creo que somos nosotros quienes tenemos que aprender a aprovechar y a valorar lo que cada cultura nos ofrece a fin de llevarnos siempre el mejor recuerdo”.

A causa de su trabajo, forma parte de su vida cambiar de ciudad cada cuatro o cinco años, lo que para ella tiene más ventajas que desventajas, tanto en lo personal como en lo profesional: “Me facilita conocer gente nueva y diferente, interactuar con otras culturas… La mayor desventaja es la distancia, estar lejos de la familia y de aquellos a los que vas dejando en cada país cuando te marchas”, dice.

El alumnado de Río 

Los años como Jefe de Estudios en Instituto Cervantes de Río han sido muy significativos, años de muchos cambios y crecimiento personal y profesional, según Rosa, que describe a los alumnos cariocas como muy abiertos, comunicativos y que exigen mucho del profesor: “Desde el primer momento sentí muy cerca al alumnado y fue muy fácil trabajar con él. Me llevo el mejor de los recuerdos”.

Poco antes de partir le preguntamos si había algún lugar en Río que creía que iba a extrañar especialmente. Sencillamente contestó que no sabía, quizá muchos. “Lo cierto es que aún no me he hecho a la idea de que me voy. Echamos de menos cosas cuando ya no las tenemos. Seguro que cuando no tenga cerca el calçadão, el clima, la gente… es cuando me daré cuenta de lo que significaba para mí.”

Rosa y los insistentes en la terraza del Cervantes en Río
Sobre la revista Los Insistentes, cuya creación contó con su gran incentivo y todo apoyo a lo largo de su primer año de existencia, resaltó:

"Sé lo importante que es para todos este blog y todo el cariño que ponéis en su realización, por lo que no quiero despedirme sin agradeceros vuestro esfuerzo y dedicación. Llegué buscando alumnos y encontré amigos, así que no diré adiós, sino ¡hasta siempre!”

¡Hasta siempre!, querida Rosa, en nombre de todos los alumnos de Río. Que sepas que, por todo lo que fuiste para nosotros y lo que hiciste por aquí, tienes un espacio grande en nuestros corazones, te queremos y te admiramos mucho.

¡Y que los paulistas reciban con los brazos abiertos a esta joya preciosa que les estamos enviando! Leer más...

jueves, 28 de julio de 2011

Bogotá, una ciudad vibrante y sorprendente

Fabricia Luque


No sé exactamente en qué momento me apasioné perdidamente por los países hispanohablantes de América Latina. Tal vez en la luna de miel en Buenos Aires, mi primera vez en el extranjero, o en los siguientes viajes que sigo haciendo a Argentina desde entonces. Es posible que ese sentimiento haya nacido en una de las casas de Pablo Neruda en Chile o en el mar caribeño que conocí al visitar México. Esa pasión me llevó a una de las decisiones más acertadas de mi vida, aprender español, lo que me posibilita comunicarme mejor cuando viajo.

Me encantaría hacer un viaje como el de Ernesto Guevara en su moto La Poderosa (Diarios de motocicleta), pero la falta de tiempo disponible y otras limitaciones me lo impiden. Aún así, sigo intentando aprovechar cada oportunidad de ausentarme de mi trabajo, las millas de las companías aéreas, los billetes baratos, las oportunidades buscadas en booking.com, para desvelar, poco a poco, este continente fascinante.

Con cinco días libres, elegí celebrar mis cumpleaños con mi marido en Colombia. Pese a que Colombia posee sitios lindos como Cartagena y San Andrés, como tenía en cuenta que debía hacer un viaje barato y sin prisa, opté por conocer solamente Bogotá.

Buscamos los datos básicos para el viajero: la moneda corriente en Colombia es el peso colombiano, con muchos ceros. El cambio para reales es aproximadamente 1000 para 1 (1000 pesos colombianos vallen 1 real más o menos). Bogotá está a 2.600 metros sobre el nível del mar, así que la temperatura media es cerca de 14º C, muy agradable.

La primera duda al planear el viaje fue: ¿sería mejor hospedarnos en la Zona Rosa o en la Candelaria? Mientras que la Zona Rosa es una región moderna, rica y bohemia, en la Candelaria están los museos más importantes (el Museo del Oro y el Museo Botero) y los edificios de estilo colonial español. Al final, elegimos la Candelaria.

Las buenas sorpresas empezaron cuando tomamos un taxi (son muy baratos) y llegamos al hotel. Los funcionários del hotel (Casa Deco Hotel) son muy amables y, pese al buen precio, el hotel es excelente: nos encantaron sus flores naturales, el desayuno riquísimo y su hermosa decoración.

La celebración de mi cumpleaños fue una cena en el romántico restaurante Casa San Isidro, ubicado en el Cerro Monserrate, donde se llega después de tomar un teleférico. La vista desde arriba es muy bonita, y la comida sofisticada y exquisita. Creo que gastaría por lo menos dos veces más en una cena semejante en Río.

Al día siguiente fuimos en busca de mi regalo de cumpleaños, un anillo de esmeraldas; que encontré en la tienda del Museo de la Esmeralda. Como Colombia es una region rica en esmeraldas, los precios de esa piedra son muy buenos. El viajero también tiene derecho a la devolución del IVA.

Conocimos el muy agradable centro histórico de Bogotá, la Catedral, la casa de Nariño (donde vive el Presidente), la Plaza Bolívar, los Museos Botero (con obras muy interesantes de ese conocido pintor nacido en Medellín) y el Museo del Oro (lleno de piezas de oro hechas antes de la llegada de los colonizadores); todos lugares imperdibles. En la zona histórica es notable la buena conservación de los edifícios antiguos en estilo colonial español.

También nos encantaron las buenas comidas de Bogotá. La cocina colombiana es muy rica y saludable. Sustituyen en general la harina por el maíz, como por ejemplo, en las empanadas. Hay muchas frutas típicas, como el lulo (o la naranjilla). Además, frutas como fresas y moras (las que los ingleses llaman berrys) son também frecuentes en las mesas de Bogotá a causa de las bajas temperaturas que propician el cultivo de ese tipo de frutas.

En un restaurante muy sencillo llamado Mama Lupe, cerca del Centro Cultural García Márquez, he comido la mejor costilla de cerdo hasta hoy en mi vida (¡me costó menos de 15 reales!). Saboreamos el café colombiano en tiendas de la red José Valdéz Café, muy similares a las de Starbucks. Para comidas saludables, hay una red con muchas tiendas en Bogotá llamada Crepes&Waffles, en la que son muy recomendables la carta de ensaladas, los crepes dulces y salados y los jugos naturales.

El más conocido restaurante de Bogotá se llama Andrés Carne de Rés. Es uno must go en la ciudad. Fuimos al original, en Chía, y en la sucursal en la Zona Rosa (Andrés D.C.). Se parece un poco a nuestro Rio Scenarium, lleno de color y de objetos nada discretos. Siempre les preguntan a los clientes si celebran algo. Si la respuesta es afirmativa, llaman a una banda, les hacen regalos…, es muy divertido.

Sin duda el barrio más animado de Bogotá es la Zona Rosa, el sitio de moda de la ciudad. Hay tiendas de marca, buenos restaurantes y muchos bares para tomar unas cervezas o unas copas.

La Zona Rosa, el barrio de moda de Bogotá

En cuanto a la seguridad, es opinión unánime entre los ciudadanos que después del gobierno del Presidente Álvaro Uribe Bogotá es una ciudad mucho más segura. Pudimos observar muchos policías en las calles, especialmente en la Candelaria, que es donde se encuentra la sede de la Administración. Aún así, no es recomendable caminar por la ciudad después de las diez de la noche, por lo menos en la Candelaria. En realidad, respecto al tema, me sentí como en Río.

Lo cierto es que lo que más me gustó de Bogotá fue la alegría y la simpatía de la gente, que sonríe todo el tiempo y sabe recibir bien el viajero. ¡Hasta los funcionarios de la Aduana son simpáticos!

En resumen, Bogotá es un excelente destino para el viajero. Lo pasamos muy bien en nuestro viaje. Leer más...